Hay dos tipos de astigmatismo: corneal, en el que la forma de la córnea es irregular, y lenticular, en el que el cristalino tiene una forma imperfecta. El astigmatismo corneal es más común. Cualquiera de los tipos de astigmatismo puede ocurrir en combinación con miopía o hipermetropía. El astigmatismo suele ser tan leve que no requiere corrección. Cuando lo hace, hay varias opciones de tratamiento disponibles.

Aunque se desconocen las causas precisas del astigmatismo, la herencia parece ser un factor. El astigmatismo puede estar presente al nacer o puede ser el resultado de lo siguiente:

• Longitud del ojo
• Herida de ojo
• Enfermedad ocular
• Cirugía ocular, a menudo por cataratas

Una condición poco común conocida como queratocono, en la cual la córnea se adelgaza y adquiere forma de cono, también puede resultar en astigmatismo severo. Esta condición no se puede corregir con anteojos y debe tratarse con la presión de los lentes de contacto. En algunos casos, los pacientes con queratocono deben someterse a un trasplante de córnea.

La gravedad de los síntomas depende del grado de astigmatismo en los ojos y puede incluir lo siguiente:

• Dolor de cabeza
• Bizca
• Visión distorsionada o borrosa
• Mala visión nocturna
• Fatiga visual
• Incapacidad para concentrarse en los detalles finos

Dependiendo de la naturaleza de la curvatura irregular del ojo del paciente, la visión puede ser más borrosa en una dirección que en otra. Los síntomas del astigmatismo pueden mejorar o empeorar con el tiempo.

El diagnóstico de astigmatismo se confirma con un examen ocular de rutina. Dependiendo del caso individual, se pueden administrar varias de las siguientes pruebas:

• Agudeza visual, lectura de una tabla optométrica
• Retinoscopia, en niños que aún no saben leer
• Queratometría, para medir la curvatura de la córnea
• Refracción

La refracción examina el ojo con el uso de un dispositivo llamado foróptero, que permite al oftalmólogo evaluar las variaciones en la agudeza visual del paciente utilizando una variedad de lentes.

Afortunadamente, existen varias opciones disponibles para tratar el astigmatismo. El tipo de tratamiento elegido depende de la situación particular del paciente y, en algunos casos, de las preferencias personales. Los tratamientos para el astigmatismo incluyen opciones quirúrgicas y no quirúrgicas.

Tratamientos no quirúrgicos

Los tratamientos no quirúrgicos para el astigmatismo incluyen lentes correctivos de varios tipos: anteojos, lentes de contacto duros y lentes de contacto blandos. El tipo de lente apropiado se decide de forma individual.

Tratamientos quirúrgicos

También existen muchos tratamientos quirúrgicos refractivos para el astigmatismo. Estos incluyen, entre otros, los siguientes:

• Cirugía de incisión relajante limbal (LRI)
• Cirugía LASIK
• Cirugía de queratotomía astigmática (AK)
• Cirugía de cataratas para corregir astigmatismo
• Los candidatos a cirugía refractiva generalmente deben estar libres de cicatrices corneales o enfermedades oculares.

Mientras que los lentes de contacto remodelan el ojo solo mientras se usan (ortoqueratectomía), la cirugía refractiva corrige el astigmatismo al remodelar permanentemente la superficie del ojo. Aunque todavía se considera segura y eficaz, la cirugía de queratotomía ha sido recientemente reemplazada en gran medida por la cirugía LASIK.

Es posible que los pacientes con astigmatismo severo aún necesiten usar anteojos o lentes de contacto después de la cirugía de queratotomía astigmática.